Playa, paseos en bicicleta, souvenirs y hasta espectaculares clavados; la Glorieta Sánchez Taboada es punto de reunión en el Malecón mazatleco.
El Malecón está salpicado de sitios especiales, cada uno con su propio encanto. De entre ellos resalta la Glorieta Sánchez Taboada, que forma parte de los mejores recuerdos de los patasaladas y también de los vacacionistas.
Aunque se trata de una plazuela enclavada justo a la orilla del mar, a la comunidad le gustó para «glorieta». Se localiza en Paseo Claussen, al pie del Cerro del Vigía y muy cerca de Olas Altas.
En días especiales esta glorieta se utiliza como sede de eventos y ceremonias cívicas; de manera cotidiana es punto de reunión de lugareños y turistas por igual. Durante el día es común la venta de recuerdos, artesanías o ropa de playa. Al caer la tarde, familias y amigos convierten a la glorieta en una alegre verbena popular.
Los clavadistas
Aprovechando un pequeño mirador en la glorieta de aproximadamente 30 metros de altura, los clavadistas de la Sánchez Taboada se lanzan al mar para brindar un espectáculo a los visitantes. En cada clavado demuestran su valentía y pericia; ya que deben calcular el momento justo en que las olas elevan el nivel del agua para evitar impactarse en las rocas del fondo.
Rodeada de monumentos
El monumento a la Mujer Mazatleca, un homenaje a las mujeres de la región, da la bienvenida con sus brazos extendidos a todos los visitantes de la glorieta.
Por su parte, el Monumento a la Vida se ha convertido en uno de los más emblemáticos del puerto, haciendo hincapié en la armonía que debe existir entre el hombre y la naturaleza; y si buscas un poco más al fondo descubrirás una sirena sentada sobre las rocas, que es la reina de los mares que desde su posición vigila la llegada al puerto de los navegantes.
Playas cercanas: Los Pinos y Olas Altas.
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