Atole y gorditas: Señal de la transición de temporada en Mazatlán

Entrando noviembre, es común notar cómo la temperatura en Mazatlán comienza a disminuir. Atrás queda el calor extremo, dando como resultado un clima tan agradable y fresco que tanto residentes como turistas pueden llegar a disfrutar.

Y así como llega el frío también llega una de las tradiciones más populares que nunca puede faltar. Casi al despuntar la mañana, en algunos puntos estratégicos de Mazatlán aparecen sobre las banquetas las mesas y los fogones que anuncian la llegada de una de las más conocidas (y deliciosas) costumbres culinarias de la temporada: Las ricas gorditas de maíz acompañadas de un calientito atole de piloncillo.

Por el momento, las ventas apenas empiezan a incrementar, pero con el clima volviéndose más frío día con día, los comensales comienzan a consumir con más frecuencia este delicioso platillo junto con su deliciosa bebida muy al estilo mexicano.

El atole y las gorditas ya se ha convertido en toda una tradición entre los mazatlecos, así como también en sus visitantes y los miembros de la comunidad extranjera que de la misma manera degustan estas delicias en su visita al hermoso puerto mazatleco.