Conoce la historia de la Isla la Piedra

La isla de la piedra es un pequeño asentamiento constantemente visitado por turistas y locales, sus playas se caracterizan por ser tranquilas y sus habitantes cálidos y amables.  Sin embargo este sitio no fue siempre un lugar lleno de vida como lo conocemos en la actualidad.

Su historia comienza en la década de 1930 cuando un pequeño grupo de agricultores en busca de nuevas oportunidades, decidieron asentarse en una pequeña isla, al lado del puerto de Mazatlán. Donde crecieron que encontrarían una mejor calidad de vida.

Al pasar los años se dieron cuenta que la tierra no era adecuada para la agricultura, así que comenzaron a practicar la pesca de especies como la sardina, sierra, tilapia, lisa, lobina, pargo y huachinango que existían en sus aguas. Con los años, debido a la sobre explotación de la pesca en la zona, esta empezó a escasear y los pobladores tuvieron que buscar nuevas formas de trabajo.

Al no tener un medio para sobrevivir decidieron crear algunas palapas en la playa junto con pequeños restaurantes a la orilla del mar, convirtiéndose en un punto para pasar una tarde agradable. Tras pasar los años y se convirtió es una pequeña aventura que se debe de vivir en carne propia

 

Actualmente la Isla de la Piedra es un espacio para divertirse. Puedes llegar a través del mar, tomando una pequeña lancha de pesca en un embarcadero que se encuentra en el puerto al lado de la marina, con un costo de 15 pesos, una vez sobre la lancha esta se arriba a mar abierto cruzando pequeñas olas entre ambas islas, con un recorrido que dura alrededor de 5 min.

Pero si subir a una lancha no es de tu agrado, existe un camino por tierra que se construyó en 1950 y que se encuentra a kilómetro y medio de la entrada del aeropuerto, donde podremos observar la vegetación de palmeras a través del transcurso.

 

Para los que se aventuran por la vía del mar, al tocar puerto lo primero que sientes es un aroma dulzón, debido a la elaboración de las famosas cocadas de la isla, pero el mar está aún lejos del puerto. Para ello existen pequeña arañas que son muy similares a las urigar de Mazatlán. Sus amplias calles de terrecerías y el ambiente rural, lo hacen un destino ideal para los amantes de los lugares tranquilos.

Al llegar a la playa  sentirás su arena fina en tu piel, como si te encontraras en un lugar diferente de Mazatlán. Su distancia del mar y sus palapas, junto con sus marea tranquila y cálidas agua,s la hacen un destino cómodo y paradisíaco.

Pero no solo una playa bonita con olas calmadas, también cuenta con una gran variedad de actividades de las cuales puedes disfrutar y pasar una tarde agradable, como cabalgar a caballo en un recorrido  por la orilla del mar, no olvidemos la banana que pasea a los aventureros por la orilla del mar y cerca de la Isla de los Chivos. Además, no pueden faltar sus exquisitos mariscos donde la especialidad es pescado zarandeado, lisa Tatemada y sus aguachiles que no encontrar lugar que los superen.

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