Subir a El Faro del Crestón, el faro natural en funciones más alto del mundo, una experiencia imprescindible.
‘Venir a Mazatlán y no subir al faro, es como no venir’, dicen quienes reconocen el privilegio de tener en el puerto el faro natural en funcionamiento más alto del mundo, El Faro del Crestón.
Ubicado en la cima del cerro del Crestón, de ahí su nombre, tiene más de 152 metros de altura; se denomina natural y en funciones porque se encuentra sobre una elevación rocosa natural y está en operaciones desde el siglo 18, pese al desarrollo tecnológico moderno.
Subir al faro es realizar alrededor de 30 minutos de caminata, en los que se recorren 745 metros de terracería y escalan 334 escalones. Una ardua ruta, que vale la pena realizar para admirar una extraordinaria panorámica de 360 grados.
Los paisajes que observarás desde la cima del Cerro del Crestón van desde el recinto portuario, la ciudad entera, teniendo en primer plano el viejo Mazatlán; el océano pacífico, con las Tres Islas de Mazatlán, las playas de la Isla de la Piedra islas, y hasta las montañas donde inicia la Sierra Madre Occidental.
VIGÍA CENTENARIO
El faro de Mazatlán comenzó a funcionar a mediados del año 1828, con antorchas sobre una base de mampostería, hacia 1879 se modernizó con un equipo fabricado en París, que constaba de una gran lámpara de petróleo con espejos para reflejar y realzar la luz.
Nota por: Dantiela Mendoza
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