Además de las imponentes tres islas, la bahía de Mazatlán está salpicada por islas, islotes y formaciones rocosas que le dan su apariencia única. Explora en esta ocasión las islas «Dos hermanos».
Cuando estés muy a gusto disfrutando de la playa de Mazatlán y su vista paradisiaca, si en tu horizonte ves un par de formaciones que se destacan por su aparente color blanco, has descubierto a las islas «Dos hermanos».
En realidad son islotes, pero la sabiduría porteña les llama islas. Tienen como regalo a los aventureros su mayor secreto: la cueva de la garganta, ubicada en la parte posterior de los islotes, no visible desde la costa y que es sede de historias que el tiempo y el mar han forjado a la par.
Puedes conocer las piedras blancas dentro de tu paseo a bordo de un velero, yate, catamarán, etc. En Mazatlán hay varios proveedores de este servicio o puedes preguntar en la recepción de tu hotel si cuentan con paseos por la bahía.
¿Piedras blancas?
Muchos atribuyen el curioso color blanco que caracteriza a estos islotes a algún pigmento o propiedad de la roca. La verdad es que ese color es resultado de los desechos de las gaviotas que pasan el tiempo alrededor de la roca.
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