Construido a finales del siglo XIX, recibió su nombre de un famoso cantante que contrajo fiebre amarilla cuando viajó aquí para actuar y murió. Después de un período de gloria, el edificio sirvió como sala de cine, campo de boxeo y, finalmente, una ruina abandonada. Renovado y restaurado a su antiguo esplendor, reabrió sus puertas en 1992. Puede recorrer la estructura neoclásica por una tarifa nominal con un guía o ver una actuación en la noche. Con excepción de los conciertos de renombre, los cargos de las entradas son casi siempre una ganga y este es un centro para actuaciones de danza, música o teatro para estudiantes.
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